lunes, 29 de noviembre de 2010

Barça vs. Real, el clásico mundial


A las 2:55 p.m. (Espn) comienza en Barcelona el duelo más esperado de la temporada.
Guardiola y Mourinho se verán las caras en la cancha este lunes 29 de noviembre.

El derbi enfrenta a los dos mejores equipos de España. El merengue es el líder con 32 puntos, uno más que su rival. Será la oportunidad para medir las fuerzas entre los técnicos Guardiola y Mourinho, y sus goleadores Messi y Cristiano Ronaldo.

Partiendo de que podría definirse como el padre de los clásicos, el Barcelona-Real Madrid de hoy, del que no se recuerda en los últimos años tanta expectativa en la previa, un duelo particular estará a la orden del día: José Mourinho, controvertido técnico del merengue, contra Joseph Guardiola, del azulgrana, quien ya tiene lista su batuta para dirigir su sinfónica desde la línea del Camp Nou.
En este partido sólo se piensa en la victoria, cada cual a su estilo. Al Barcelona del ‘Pep’ le interesa llevar el clásico por el camino opuesto al que pretende el Real Madrid de José Mourinho, prueba del carácter antagónico de los dos entrenadores, del estilo de los equipos y del comportamiento de las figuras de ambas escuadras, ‘Lio’ Messi y Cristiano Ronaldo.
Los azulgrana aspiran a mantener la normalidad. Como si no pasara nada y el de este lunes fuera un partido corriente, pretenden evitar cualquier sobresalto, remitirse a mantener la paternidad sobre los merengues, pues en los últimos enfrentamientos los blancos han asumido su condición de inferioridad en el Camp Nou y el Bernabéu. Los cuatro encuentros de las dos temporadas pasadas fueron para el equipo del ‘Pep’ Guardiola.
Al Madrid, por el contrario, le conviene revertir el estado actual de las cosas. Buscará que el partido tenga picos; discutirá que el rival sea mejor; jamás se plegará a las circunstancias del juego si le son adversas; no se lo dejará hacer todo como ocurría últimamente, sino que será capaz de generar la tensión necesaria para alterar el orden natural del compromiso. No es una cuestión de antideportividad, sino de rebeldía, representada en Mourinho, figura del cambio, el antídoto elegido por el madridismo para combatir el discurso pedagógico de Guardiola, el hombre que cae bien a todo el mundo.
Desde que ‘Pep’ es el entrenador, el Barça ha ganado ocho de los 10 títulos en Liga. Perdió en los octavos de final de la Copa del Rey de la temporada pasada ante el Sevilla y fue batido en las semifinales de la Champions por el Inter en una eliminatoria que alineó las fuerzas del mal contra un equipo redondo, entrenado por un técnico perfecto, una situación que remite al barcelonismo al enfrentamiento con el Madrid y una vez más contra ‘Mou’, quien dirigió en aquella oportunidad al equipo italiano.
Sin embargo, al Barça no le van los partidos que se decantan por la vía emocional, pasados de excitación, como los derbis con el Espanyol, los choques de ida y vuelta con el Atlético, ni mucho menos las afrentas con los equipos de Mourinho.
Aunque un cúmulo de adversidades jugaron en contra del Barça ante el Internazionale —como el mal arbitraje del portugués Olegario Benquerença, el mal rendimiento de Zlatan Ibrahimovic y el papel que jugó Luis Figo al tratar de sacar de quicio a sus ex compañeros—, Guardiola ha confesado que no fue él mismo. Dejó de ser consecuente con su manera de pensar y de proceder y acabó siendo víctima de su propia confusión y de la irracionalidad y perversidad del fútbol, expresada en el proceder de Mourinho.
En el partido de ida le faltó juego y la sinfónica no entonó una sola melodía como lo suele hacer, y prueba de eso fue el partido de vuelta, en el que el Barcelona lució obcecado en la remontada y al que le sobró adrenalina.
A partir de la derrota contra el Inter, el culé se edificó y Guardiola se prometió que no se traicionaría nunca más y, por tanto, que actuaría de acuerdo con sus creencias: “hay que hacer lo que uno siente, no lo que presiente”.
Tras aquella ronda con el Inter, Guardiola creyó entender cómo hay que enfrentarse a Mourinho, decidió prescindir a corto plazo de Ibrahimovic para encomendarse a un nuevo delantero centro: Lionel Messi, quien lleva 22 goles en 17 partidos y buscará convertirle, por primera vez, a un equipo de José Mourinho, un experto en hacer del crack argentino un jugador común y corriente. Una vez escarmentado, Guardiola comprendió que para el equilibrio emocional es muy importante evitar la contaminación futbolística que acostumbra a rodear partidos como el clásico y ser fiel al propio ideario.
 ‘Pep’ está hoy a gusto consigo mismo, hecho que le permite afrontar el envite con la misma confianza que pueda tener Mourinho por más que nunca haya ganado en el Camp Nou, un estadio que aparte de ser el escenario del mejor clásico del mundo, tendrá un duelo aparte entre ‘Pep’ y ‘Mou’.

‘La Pulga’, por la revancha contra Mourinho
A pesar de que el argentino Lionel Messi va a tener un duelo directo con Cristiano Ronaldo por el primer puesto de la tabla de artilleros cuando este lunes Barcelona enfrente a Real Madrid, el crack tendrá como principal  objetivo marcarle, por primera vez, a un equipo dirigido por José Mourinho.
Contra el Chelsea, en 2006, y contra Inter, en la pasada edición de la Liga de Campeones, el rosarino, quien acumula 13 tantos en Liga, se fue en ceros y no brilló, algo habitual en él jugando para el Barcelona.
La marca de Ashley Cole, en 2006, y de Javier Zanetti, este año, las quiere borrar burlando a la defensa de Mourinho y anotándole al Real Madrid, equipo al que ya le ha convertido una tripleta (2007) y un doblete (2009).
A su vez, superar en la tabla de artilleros a Ronaldo, quien acumula 15 tantos, está respaldado con los seis goles que le ha convertido al merengue.

“El juego no es duelo personal con Messi”
Cristiano Ronaldo, del Real Madrid, calificó de “tontería” que el partido de este lunes contra Barcelona pueda ser un duelo personal con el argentino Lionel Messi. “Es parte de la prensa buscar enfrentamientos para vender. Es normal. Pero no veo este partido como un duelo entre Messi y yo. Vamos a jugar once contra once. Claro que él es un jugador que hace goles, muy peligroso, pero tenemos que estar concentrados con todos. Este es un duelo entre el Barcelona y Real Madrid, los dos mejores equipos de España. Para mí es un partido más, importante como otros. Es normal que sea bonito porque es un clásico entre grandes equipos y jugadores, pero lo considero un partido de tres puntos”, puntualizó el portugués.

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